No contaba con habilitación municipal y las condiciones sanitarias eran irregulares. Las familias de los ancianos hospedados pagaban un arancel a la enfermera que regenteaba el lugar.
MIRAMAR (Corresponsal).- Durante las últimas horas, por orden de la jueza de Paz de General Alvarado, Florencia Hogan, se procedió a la clausura de un establecimiento que funcionaba como “geriátrico trucho” en esta ciudad, debido a que no cumplía con las normas sanitarias y de seguridad contempladas para alojar y cuidar de personas con avanzada edad.
Desde hace un tiempo a esta parte, la Subsecretaria de Seguridad municipal había detectado, a través de Inspección General y la Dirección de Tercera Edad, que en domicilios particulares de la calle 25 entre 34 y 36 y en calle 32 entre 47 y 49 de esta ciudad funcionarían albergues informales, es decir, sin la debida habilitación municipal para tales fines, aunque en esta última finca finalmente no se comprobó la actividad.
Según data en la investigación, había sospechas de en ambos lugares estarían hospedadas personas mayores de edad cuyos familiares pagaban un arancel a la enfermera que los regentea.
Esto se determinó en virtud que los vecinos de ambos domicilios habían denunciado de manera anónima como en cercanías de los “geriátricos truchos” se arrojaban gran cantidad de residuos patogénicos tales como pañales de adultos y jeringas, entre otros, sin el tratamiento correspondiente.
Con estos datos, personal municipal en reiteradas oportunidades se constituyó en ambos inmuebles pero nunca se les permitió el acceso a las propiedades, con lo cual no podían constatar si fehacientemente había personas mayores en el interior.
Por eso, los agentes hicieron relevamientos en el vecindario de cuyas entrevistas surgía el funcionamiento de estos establecimientos.
Con todos los elementos, el municipio dio intervención de lo actuado al Juzgado de Paz, donde su titular Florencia Hogan, libró orden de allanamiento para ambos domicilios a los efectos de determinar si efectivamente se desarrollan tales actividades.
El rastrillaje fue encomendado a la SubDDI Miramar, a cargo de Octavio Olmedo y se constató que la casa de calle 25 efectivamente era explotada como geriátrico.
De la diligencia participaron también personal de la oficina de técnica del cuartel de bomberos Miramar, quienes determinaron que el lugar allanado no contaba con ninguna de las medidas de seguridad necesarias para la actividad allí desarrollada.
Inspección General arribo a la misma conclusión, al margen de comprobar la falta habilitación municipal.
Ancianas alojadas
Cabe destacar, que en el lugar al momento del procedimiento se encontraban tres ancianas, dos de 82 años y la restante de 83 años, según profesionales médicos del nosocomio local “en perfecto estado de salud”.
No obstante, ante este panorama la Dirección de la Tercera Edad del municipio se entrevistó con cada una de las mujeres que al mismo tiempo fueron examinadas por los médicos y enfermeras. Tras comunicarse con sus respectivos familiares las ancianas las mismas fueron llevadas a otros asilos.
Por último, se procedió a la colocación de faja y cierre del garaje de la vivienda donde funcionaba el supuesto geriátrico y al traslado de su responsable, Cristina Vergniaud, al asiento de la SubDDI a los efectos de cumplir con los recaudos legales por infringir el artículo 86 del Decreto Ley 8031/73.
Paralelamente, la policía de investigaciones reafirmó que en el otro establecimiento denunciado por vecinos sobre la calle 32, la diligencia arrojó resultado negativo.